martes, 17 de febrero de 2009

El feisbuc

Hola, qué tal están; sí, me han vuelto a reconectar el teléfono. Exacto, llevo no sé cuántos días sin línea ya que vivo donde Cristo dio las tres voces. Es obsceno.

La semana pasada una amiga me recomendaba la lectura de un artículo sobre las redes sociales.
-Lee, lee.
-Na, no me intere…
-¡Que leas, coño!
-Vale, vale.

Estoy comenzando a pensar –sin retractarme de lo que ya dejé escrito- que este tipo de servicios sociales es como las armas: no son malas en sí mismas, sino que el uso que se hace de ellas puede llegar a ser bastante trágico. Algo bueno se podrá sacar, digo yo, aunque sólo sea criticar las dinámicas sociales que no nos llevan más que a la anulación de la conciencia, el carácter y el sentido de la independencia. Es un nido egocentrista. Joder, ya me he quedado a gusto.

A mí el caralibro me sirve para que el gentío se cosque de que hay un blog la mar de chulo que escribe un sujeto que está la mar de bueno (aunque últimamente ande un pelín dormido) y que no lo publicita ni a tiros, que igual habría que ir pensándoselo. Otra función interesante que le veo es la organización de un grupo de trabajo cuando no existe la posibilidad de verse habitualmente. Aunque, realmente, parece que el mundo tenga una carencia afectiva como un piano y pretenda abrocharse la coraza de las vanidades mirando un rinconcito donde pone que tiene dos o tres centenares de amigos. Como pueden ustedes comprobar, algunos tenemos un concepto sobre la amistad algo apartado de lo que se considera habitual.

No tengo mucho más que decir acerca de estas cosas, aún estoy experimentando. Un día de estos hasta les escribo una entrada completa. Buenas noches.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas;
Aunq no escriba ni nada no significa q no lo lea y por cierto siento no haber estado llamandote para saber como iba todo sq aún ando preocupado por mi pierna q la mala pata q tengo aún no se a curado.

Spirou dijo...

Qué pena me das. Eso te pasa por no repartir más leña y dejar que te sacudan los niños.
Me alegra leerte.