martes, 12 de agosto de 2008

Embrague, marcha atrás, aceler... ¡Aaagh!

¡Recién sacado del paquetito… No, eso no. ¡Queda estrenada la saetera desde donde… No, a ver… ¡Al fin se inaugura esta cumbre de moralidad que… No, tampoco. Vamos bien.
¡Preparados, listos, ya! Hala. Venga, ya está.
-¿?
-Qué quiere, señora, no se me ocurre nada para dar empiece a la página.
-Pues con esa imaginación vas a llegar muy lejos tú.
-Tampoco desmerece, oiga.
-Claro, claro.

Es cierto, por sorprendente que parezca hoy doy pie (más bien juego de muñeca) a esta pequeña aventura, que ya veremos adónde nos lleva. Por lo pronto a trasnochar, porque en breve tenemos lluvia de estrellas si las nubes no acaban por joderlo, como viene siendo habitual.
Los parroquianos aficionados a perder el tiempo que quieran visitar esta garita podrán asomarse –y saltar, si así lo desean- a otras estancias fuera del alcance del entendimiento y del sentido común (el menos común de los sentidos). ¡Ja, ja, qué divertida chanza para comenz… Joder, qué mal, otra vez, ya me he vuelto a dejar el gas abierto.
Que nadie espere nada; yo hace tiempo que dejé de hacerlo y voy ejerciendo como me viene en gana, y tan ricamente.
Vámonos.

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